●Capítulo Uno
Capítulo dos
tercer capítulo
Capítulo cuatro
Capítulo cinco
Capítulo seis
Capítulo VII
capítulo ocho
Capítulo nueve
Capítulo diez
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20

"La llave secreta de Jorge al universo" cuenta la historia de cómo un chico ordinario se interesó por la ciencia y creció hasta convertirse en científico. El chico Jorge nació en una familia de ambientalistas. Sus padres se negaban a usar cualquier producto de tecnología moderna para proteger el medio ambiente de la Tierra. En la escuela, Jorge no era del agrado de sus compañeros debido a su personalidad introvertida y su ropa pasada de moda. A menudo era acosado. Creo que muchas personas con curiosidad científica han experimentado problemas similares en su infancia. Pero la obsesión de Jorge por la ciencia y la diversión que obtenía de la ciencia no solo compensaron la infelicidad causada por el acoso de los malos estudiantes, sino que también derrotaron el lado oscuro de la naturaleza humana.
George conoció al cosmólogo Eric por casualidad cuando fue a casa de su vecino a recuperar a su cerdo. Con la ayuda de la supercomputadora Cosmos, George y la hija de Eric, Anne, pudieron viajar libremente por el espacio. Una vez visitaron Júpiter y Saturno juntos en un cometa... y estuvieron en peligro en una tormenta de asteroides. Después de ver las maravillas del universo, George se dio cuenta de lo aburrido que era simplemente pasar el rato con cerdos en el patio trasero. Aquí el autor citó al famoso escritor irlandés Oscar Wilde: "Todos estamos en la cuneta, pero algunos de nosotros estamos mirando a las estrellas". Creo que esta frase está escrita para individuos, pero también puede ser usada por personas.

(Inglés) Lucy Hawking esperando traducción por Du Xinxin

George estaba confundido. "Se llama gravedad."
"¿Entonces es por la gravedad que vamos a caer en Saturno? ¿Y estrellarnos contra él?"
"¡No, estúpido! Nos movíamos tan rápido que no había forma de que pudiéramos estrellarnos. Solo pasamos volando para saludar."
Anne saludó a Saturno y gritó: "¡Hola, Saturno!" Su voz era tan fuerte que George quiso taparse los oídos. Pero debido al casco, sus manos no podían alcanzar sus oídos. Solo pudo gritarle: "No grites".
"Oh, lo siento," dijo Anne. "No quise hacer eso."
Mientras pasaban zumbando junto a Saturno, George se dio cuenta de que Anne tenía razón: el cometa no cayó directamente sobre el planeta, sino que viajó a su lado.