La cuchilla de corte ultrasónica utiliza la energía de un transductor ultrasónico para calentar y fundir localmente el material a cortar, logrando así su objetivo. Por lo tanto, el corte ultrasónico no requiere cuchillas afiladas ni mucha presión, y no causa colapsos en los bordes ni daños en el material. Además, gracias a las vibraciones ultrasónicas de la cuchilla, la resistencia a la fricción es mínima y el material a cortar no se adhiere fácilmente a la cuchilla.


